¿Qué es la inteligencia?
La inteligencia es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos para resolver una determinada situación. En la etimología de la propia palabra encontramos en su origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere (escoger). Por lo que podemos deducir que ser inteligente es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema. La mayoría de los test que miden la inteligencia sólo tienen en cuenta las capacidades lógica-matemática y lingüisticas (cuando hay bastantes más tipos de inteligencia: Visual-Espacial, Corporal-Cinética, Musical, Interpersonal, Intrapersonal o Naturalista).
La sal yodada aumenta la inteligencia
Está comprobado: es posible hacerse más inteligente incorporando yodo a la sal que consumes con tus alimentos diarios.
Así lo demuestra “The Micronutrient Initiative” (algo así como "La Iniciativa de Micronutrientes"), un plan para impulsar el consumo de este aditivo. La iniciativa ya ha demostrado su efectividad en Pakistán, donde el coeficiente intelectual promedio ha aumentado entre 12 y 13 puntos. Esta iniciativa nació en Canadá e intenta promover el consumo de sal yodada en países donde la carencia de yodo crea una serie de problemas graves, como trastornos en el desarrollo intelectual del individuo o, en el peor de los casos, bocio.
Algunos expertos aseguran que, por si sola, la sal yodada no es capaz de "mejorar" las capacidades del cerebro, sino que simplemente las normaliza. Es decir, si eres una persona perfectamente “normal”, no obtendrás ningún beneficio atiborrándote de yodo. Aunque si tienes alguna deficiencia, posiblemente puedas obtener un “bonus” gracias a su consumo. Pero el investigador Anders Sandberg, de la Universidad de Oxford, señala que en la práctica hay muy poca diferencia entre mejora y normalización.
La primera cuestión a abordar es qué se considera como “normal”. Más de dos mil millones de personas no consumen la cantidad de yodo que en The Micronutrient Initiative consideran adecuada. Eso representa poco menos del 40% de la población mundial. Si estas personas encuentran su capacidad intelectual disminuida por esta carencia, y estando los números tan parejos, es difícil decir qué es lo normal.
Pero todos sabemos que ser más inteligente tiene sus beneficios. Por ejemplo, Sandberg exhibe datos que muestran como cada “punto extra” del coeficiente intelectual de una persona le proporciona, como mínimo, un aumento del 1% en sus ingresos. De hecho, si se comparan los CI con el PBI de diferentes paises, esta relación es incluso más fuerte.
visto en neoteo.com
El jamón serrano aumenta la capacidad mental
El consumo de jamón serrano proporciona mayor capacidad mental, sobre todo en preadolescentes, por su alto contenido en cinc, según puso de manifiesto la Dra. Carmen Gómez Candela, presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Básica Aplicada (SENBA).
La Dra. Gómez Candela destacó los valores nutricionales del jamón serrano, un alimento rico en proteínas, vitaminas del grupo B y minerales como cinc o hierro. El aporte de cinc, precisamente, conlleva mayor destreza mental, tal y como revela un estudio de la Universidad Sur de California, avalado por el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos.
Según dicho informe, la ingesta de 20 miligramos de cinc cinco días a la semana durante tres meses consigue que los adolescentes demuestren una memoria más dúctil, proporcionen respuestas de forma rápida y precisa, y una mayor capacidad de atención, comprensión y retención. Además, revela que los adolescentes con peores niveles oligoalimenticios muestran una conducta un 41% más violenta que el resto.
Por ello, los expertos en nutrición destacan la importancia de dietas ricas en cinc en esta franja de población, siendo el consumo diario recomendado para un adulto sano de 20 mg, y de 10 mg para niños. Así, la Dra. Gómez Candela subrayó que el jamón serrano es un alimento de importante valor nutritivo y buen contenido en cinc (2,3 mg cada 100 gramos).
visto en blogs.periodistadigital.com
Una breve pero sugerente reflexión de Isaac Asimov acerca del significado de la inteligencia.
Decía Asimov que alguien es inteligente cuando obtiene una puntuación por encima de la media en los tests de inteligencia. Asimov objeta que esos tests fueron diseñados por universitarios que consideraron a su actividad como la medida de la inteligencia, lo que debería invalidar esos tests para la población general. Así, si el mecánico que arregla su auto diseñara un test de inteligencia, Asimov fracasaría, porque el mecánico propondría la resolución de problemas que están fuera de la educación universitaria.
Para ilustrar la argumentación, Asimov cuenta lo siguiente:
Volvamos a mi mecánico. Este hombre solía contarme chistes cada vez que me veía. En una ocasión sacó la cabeza del capó del automovil y me dijo: "Doc, un sordomudo entra a una ferretería para comprar clavos. Pone dos dedos juntos sobre el mostrador y con la otra mano hace como si martillara los dedos. El vendedor le trae un martillo. El sordomudo niega con la cabeza y apunta hacia los dos dedos que estaba martillando. El vendedor le trae algunos clavos. El sordomudo eligió las medidas que quería y se fue. Bien, doc, el siguiente tipo que entró era ciego. Quería unas tijeras. ¿Cómo cree que las pidió?"
[Antes de continuar, respóndanse la pregunta.]
Indulgentemente levanté mi mano derecha e imité el movimiento de unas tijeras con mis primeros dos dedos. Entonces el mecánico me dijo entre risotadas: "¿Por que haría eso, idiota? El ciego las pidió hablando." Entonces dijo, complacido: "Lo estuve probando con mis clientes todo el día". "¿Cayeron muchos?", le pregunté. "Bastantes —dijo—, pero estaba seguro de que usted iba a caer." "¿Por qué?", le pregunté. "Por que usted está tan bien educado, doc, que sabía que no podía ser muy listo."
(Yo también he caído).
visto en elsofista.blogspot.com
Por cierto, ni se os ocurra dar el teléfono si entrais a la web http://www.ci-pruebaeuropea.com es un timo y te cobrarán los mensajes que te llegarán a partir de entonces. Avisados estais.
¿Se puede medir la inteligencia?
Existen diversos tipos de tests de inteligencia, pero todos ellos miden la inteligencia de manera muy similar. Algunos tests incluyen palabras o números y requieren un conocimiento cultural específico (como el vocabulario). Otros, en cambio, no requieren este conocimiento, e incluyen formas y diseños que sólo exigen conocer conocimientos universales simples (mucho/poco, abierto/cerrado, arriba/abajo...).
Hasta la fecha, en los estudios realizados, se ha podido observar que el rendimiento de la población general en los tests de inteligencia siguen una distribución normal; la mayor parte de las personas se sitúan alrededor del punto medio que está en un CI=100. Pocos individuos destacan como muy brillantes o como muy poco brillantes.
En el cociente intelectual de una persona parece influir de forma importante tanto la genética como las variables ambientales. Se estima que la heredabilidad de la inteligencia se encuentra entre un 0'4 y un 0'8 en una escala del 0 al 1. Si todos los entornos fuesen iguales para todo el mundo, la heredabilidad sería de 1 (o sea, del 100%) dado que todas las diferencias que se pudiesen observar tendrían necesariamente un origen genético. Pero en la realidad, el ambiente y las experiencias personales contribuyen sustancialmente a las diferencias en el rendimiento de los tests de inteligencia. Variables sociales como la ocupación, la escolarización o el ambiente familiar, y variables biológicas como la nutrición, el plomo ambiental, el alcohol o los factores perinatales son factores importantes a tener en cuenta antes de hacer un estudio con un resultado lo más imparcial y objetivo posible.
Se han descrito en varios estudios importantes, que existe una gran estabilidad en las puntuaciones de los tests de inteligencia pasados a una misma persona durante su desarrollo vital. Además, estos tests han sido de gran utilidad en la predicción del rendimiento escolar y ocupacional, así como en el estatus social, los ingresos económicos o la delincuencia del individuo. Pero hay muchas otras variables no medidas en los tests de inteligencia que influyen en todos esos contextos (como las variables motivacionales, temperamentales o actitudinales). En definitiva, parece que los tests de inteligencia actuales no exploran todas las formas posibles de inteligencia, tal vez sería necesario ampliar este ámbito a otros dominios propios de la acción social.
visto en www.psicoactiva.com
La inteligencia no garantiza el éxito económico
Contrariamente a los que se pueda pensar la inteligencia no garantiza una mejor situación económica. Aunque las personas inteligentes pueden ingresar un poco más en promedio, esto no les protege de las dificultades financieras. En un estudio se ha podido comprobar que las personas que puntúan más en los test de inteligencia acaban igual que los demás cuando se tiene en cuenta los factores de corrección. En definitiva no hace falta ser inteligente para ser rico.
Según el estudio llevado a cabo por Jay Zagorsky en Ohio State University (Columbus, Ohio) los individuos excepcionalmente inteligentes ganan típicamente más comparados con los menos inteligentes, pero también son más proclives a gastar hasta el límite de su tarjeta de crédito.
Para este estudio recolectó datos de 7500 individuos entre los 33 y lo 41 años de edad. Todos los participantes hicieron el test de inteligencia de las fuerza armadas o AFQT en 1980. Éste es un test diseñado por el ejército norteamericano para evaluar a los reclutas y puede ser traducido al típico coeficiente de inteligencia IQ.
Estas personas fueron entrevistadas repetidamente a lo largo del tiempo, y los datos para este estudio se obtuvieron del sondeo realizado en 2004. Los voluntarios proporcionaron todo tipo de datos financieros, desde sueldos a prestaciones de la seguridad social o rentabilidad de acciones de bolsa, pasando por pensiones a pagar en caso de ser divorciados. Además contestaron a las preguntas sobre los problemas financieros que pudieran tener.
Un análisis superficial mostró los mismos hallazgos que en estudios previos que relacionan un alto coeficiente a altas ganancias. Cada punto del IQ se asociaba con entre 202 a 616 dólares más de ganancias brutas anuales. De este modo una persona que tenga un 130 ganará 12.000 dólares más que una persona con un IQ de 100.
Por tanto las personas con puntuación alta ingresaban en bruto más. En promedio alguien con un índice 120 gana 128.000 dólares anuales, en contraste con los 58.000 dólares de aquellos con un coeficiente de 100.
Pero cuando este investigador tuvo en cuenta otros factores como estar divorciado, los años gastados en educación, el tipo de trabajo y el haber heredado o no, entonces vio que no existía correlación entre el coeficiente de inteligencia y la riqueza neta.
La gente divorciada (una vez) introduce 9600 dólares anuales menos en promedio en su patrimonio que los no divorciados. Y hay muchos otros elementos a tener en cuenta. Al parecer son estos factores externos y no el IQ el que explica las diferencias en el estatus económico.
Parece que el ser inteligente no garantiza la ausencia de dificultades económicas. Por ejemplo un 7,7% de los individuos con IQ por debajo de 75 llegan al límite de sus tarjetas de crédito, mientras que son un 12,1% los que lo hacen con un IQ de 90. La excepción a la regla son los de 115 que sólo llegan al límite en un 5,4% de los casos.
Según Zagorsky se suele medir el éxito económico por los ingresos brutos que se tienen, pero en realidad lo que uno necesita es construir un patrimonio para acometer los golpes de la vida y prepararse para la jubilación. Además uno no debe de estar muy cerca o por encima de sus límites financieros y vivir por encima de sus posibilidades para estar bien.
El estudio, de todos modos, no proporciona una respuesta a por qué la gente inteligente no ahorra como los demás, aunque Zagorsky está trabajando ahora en ello.
Según Richard Wolff de University of Massachusetts la inteligencia está aplastada por el éxito de la cultura del consumo. La gente con IQ alto es consciente de los bienes y servicios que pueden consumir y cae en la tentación.
Wolff piensa que la gente inteligente tiene frecuentemente más altas expectativas sobre lo que merece. Los sueldos en EEUU han permanecido en constante subida desde 1820 hasta los setenta del siglo pasado y la gente espera que su estándar de vida mejore constantemente. Pero el poder de compra de los sueldos en los EEUU ha declinado recientemente.
Según Zagorsky sólo hay que ir a los aparcamientos de la Universidades más prestigiosas de los EEUU para darse cuenta de que inteligencia y riqueza no están unidas. Allí se puede ver que los profesores no conducen automóviles de lujo, sino coches baratos, a pesar de que son personas muy inteligentes.
Obviamente todo depende de a lo que llamemos inteligencia.
visto en neofronteras.com
La inteligencia aumenta cuando se duerme
Hasta ahora se sabía que la falta de sueño era perjudicial para un correcto funcionamiento del cerebro, pero un nuevo estudio acaba de revelar que la inteligencia espacial es la que más sufre los efectos de pasar noches en blanco.
Se utiliza la inteligencia espacial (también llamada “visual”) cuando, por ejemplo, vamos por la calle y nos damos cuenta de que hay un bache y tomamos la decisión de evitarlo para no caernos dentro; otro ejemplo podría ser cuando, al encontrarnos ante la puerta de nuestro domicilio, sabemos de inmediato cual es la llave que hay que utilizar para poder entrar. La inteligencia espacial muestra nuestra capacidad de interpretar ciertos datos relacionados con lo que vemos o con lo que sucede a nuestro alrededor. Aquellos que se orientan con facilidad y encuentran el camino en un lugar que desconocían a priori suelen poseer, por lo general una inteligencia espacial muy desarrollada.
Este estudio, realizado por un grupo de especialistas norteamericanos del sueño, viene a demostrar la importancia de dormir bien para mantener en buena forma este tipo concreto de inteligencia; una capacidad intelectual asociada a nuestras habilidades verbales, matemáticas y lógicas, que es la base del “coeficiente de inteligencia” hasta el punto de que podemos ver nuestro propio coeficiente mediante una prueba en Internet. Según estos investigadores, cuanto se duerme mayor es el número de células que se producen en el hipocampo, la región del cerebro especializada en la inteligencia espacial.
visto en yahoo.anxa.com/testqi-intelligence
Los científicos descubren cómo entrenar la inteligencia
Actividades como el ajedrez o tocar un instrumento son aconsejables
La investigación refuta que la llamada inteligencia fluida sea un rasgo hereditario casi inmutable
urocientíficos inteligencia fluida, de las claves para el éxito académico y profesional- se puede entrenar, según han descubierto investigadores de las universidades de Michigan (EE. UU.) y Berna (Suiza). Para potenciarla, aconsejan ejercitar la llamada memoria de trabajo - es decir, la capacidad de tener múltiples datos simultáneamente en la cabeza, como ocurre al jugar al ajedrez (en que se piensa en varias jugadas a la vez), al hacer cálculos mentales, al tocar un instrumento musical o al asistir a una reunión de trabajo sin necesidad de recurrir a apuntes-.
"Nuestros datos rompen con la idea de que la inteligencia fluida es un rasgo genético prácticamente inmutable", ha explicado Susanne Jaeggi, primera autora de la investigación, por correo electrónico. Al contrario, "demuestran que nos podemos ejercitar para mejorar este tipo de inteligencia. Y si no nos ejercitamos, nuestra hipótesis es que podemos perder aptitudes de inteligencia fluida".
La investigación, que se presenta esta semana en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., se ha basado en 70 voluntarios que se han entrenado en pruebas de memoria operativa. Los voluntarios se dividieron en distintos grupos que se sometieron a entrenamientos de longitud variable. Los resultados muestran que, cuantos más días duró el entrenamiento - en algunos casos hasta 19 días en sesiones de 25 minutos diarios-, más mejoró la inteligencia fluida.
La mejora registrada fue independiente del nivel de inteligencia inicial de los participantes en el estudio. Es decir, el entrenamiento favorece por igual a personas más y menos inteligentes.
"Adaptábamos la dificultad de las pruebas a los resultados que obtenía cada participante", explica Jaeggi. Si los resultados eran buenos, los investigadores subían el nivel. Si eran malos, lo bajaban. Así todos los participantes podían seguir las pruebas de memoria de trabajo, pero a todos les costaba un esfuerzo. "Creemos que este esfuerzo es necesario para mejorar la inteligencia fluida", señala la investigadora.
"Las regiones del cerebro que controlan la memoria de trabajo se solapan con las de la inteligencia fluida, por lo que no es sorprendente que, al entrenar una, mejoremos la otra", explica Ignasi Morgado, catedrático de Psicobiología de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
El equipo de Jaeggi sospecha que niños y adolescentes, que tienen el cerebro más dúctil que los adultos, son quienes más pueden beneficiarse de ejercitar la memoria de trabajo. Pero los voluntarios que han participado en la investigación tenían una edad media de 25 años, lo que demuestra que "el efecto se mantiene en la edad adulta", señala Jaeggi.
visto en www.lavanguardia.es
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El cerebro humano falla en la vejez por la pérdida de materia blanca, no de materia gris
A medida que envejecemos, vamos perdiendo facultades mentales, como la capacidad de recordar ciertas cosas. Los científicos, tratando de reducir este declive, han estudiado a menudo la materia gris del cerebro, es decir, las regiones de la corteza cerebral en las que se localizan las funciones cognitivas más complejas.
Sin embargo, un nuevo estudio del MIT ha revelado que la reducción de nuestras capacidades mentales con la edad estaría más relacionada con la pérdida de la llamada “materia blanca” del cerebro que con la de la “materia gris”. La materia blanca hace referencia a las células nerviosas que están bajo la corteza cerebral y mantiene conectadas las diversas regiones del cerebro.
Según los científicos del MIT, mejorar el funcionamiento de esta parte del cerebro en el caso de las personas mayores, mediante medicamentos especializados o cambios en la alimentación, podría convertirse en una nueva manera de contrarrestar los efectos de la vejez en el cerebro.
El estudio fue llevado a cabo con una nueva técnica de escaneo de resonancia magnética, con la que se analizaron la materia gris y la blanca de adultos sanos, de edades comprendidas entre los 60 y los 85 años. Las capacidades cognitivas de éstos se dividieron en: capacidad de memoria de acontecimientos, capacidad de memoria de vocabulario, y capacidad de planear y llevar a cabo tareas cotidianas.
En los sujetos de mayor edad, se reveló una correlación entre el declive de las facultades cognitivas y el deterioro de la materia blanca de las regiones frontales del cerebro (donde se localizan las funciones ejecutora y planificadora), y de los lóbulos temporal y parietal.
Visto en: tendencias21.net
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